Un análisis de la financiación del NIH para la sepsis de 2019 a 2023, liderado por Joseph Morrison y publicado en Annals of Emergency Medicine, revela un aumento en los fondos, pero destaca la sub representación de los médicos de emergencias, quienes tratan la mayoría de los casos.
Sepsis: la emergencia silenciosa que causa una de cada cinco muertes en el mundo
La sepsis es una emergencia médica que ocurre cuando la respuesta del cuerpo a una infección daña sus propios tejidos y órganos. Lejos de ser una simple infección, es una reacción desregulada y abrumadora que puede conducir rápidamente a un fallo orgánico, shock séptico y la muerte.
Las cifras son alarmantes: se estima que la sepsis es responsable de aproximadamente el 20% de todas las muertes a nivel mundial, lo que la convierte en una de las principales crisis de salud pública de nuestro tiempo.
La clave para combatirla es el reconocimiento temprano y el tratamiento rápido, un desafío que recae en gran medida sobre los hombros del personal médico de primera línea, especialmente en los departamentos de emergencias.
El NIH y el ecosistema de la investigación médica
En los Estados Unidos, el motor que impulsa la mayor parte de la investigación biomédica son los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés). Esta agencia federal es la principal fuente de financiación para científicos y médicos que buscan desentrañar los misterios de las enfermedades y desarrollar nuevos tratamientos.
Obtener una subvención del NIH no solo es una marca de prestigio, sino que es fundamental para poder llevar a cabo estudios rigurosos. Un nuevo análisis ha puesto el foco en cómo se distribuyen estos valiosos fondos en la lucha contra la sepsis y, en particular, quiénes son los investigadores que lideran esta batalla.
Una «instantánea» de cinco años de financiación
El estudio, dirigido por Joseph Morrison y sus colegas, realizó una revisión exhaustiva de la base de datos NIH Reporter para obtener una «instantánea» de la financiación para la investigación sobre sepsis durante cinco años fiscales, desde el 1 de octubre de 2018 hasta el 30 de septiembre de 2023.
Se buscaron proyectos que utilizaran términos clave como «sepsis», «septicemia» y «shock séptico». En total, se identificaron 1,395 proyectos únicos liderados por 1,109 investigadores principales.
El objetivo del estudio era analizar la distribución de esta financiación y determinar qué tipo de investigadores, según su formación académica y clínica, estaban recibiendo el apoyo para investigar esta condición mortal.
Una marea creciente: el aumento general de los fondos para sepsis
Los resultados iniciales del análisis revelaron una tendencia positiva y alentadora. Se observó un aumento significativo tanto en el número de proyectos de investigación activos como en la financiación total asignada a ellos. En el año fiscal 2019, había 630 proyectos activos que recibían un total de 242 millones de dólares.
Para el año fiscal 2023, estas cifras habían aumentado a 765 proyectos activos con una financiación total de 315 millones de dólares. Este incremento demuestra un reconocimiento creciente por parte del NIH de la sepsis como un área de investigación prioritaria y una amenaza crítica para la salud pública.
¿Quién dirige la investigación?: el perfil de los investigadores financiados
Al profundizar en quiénes eran los beneficiarios de estos fondos, el estudio encontró una distribución clara según la formación académica.
La mayoría de los investigadores principales que lideraban proyectos sobre sepsis tenían un doctorado (PhD) únicamente, representando el 47% del total.
Le seguían aquellos con un título de médico (MD/DO) únicamente, que constituían el 24%, y aquellos con una doble titulación MD, PhD, que eran el 13%.
Este desglose indica que la investigación sobre sepsis, al igual que muchas otras áreas biomédicas, sigue siendo un campo predominantemente liderado por científicos de laboratorio en lugar de médicos clínicos.
La paradoja de la medicina de emergencia: en la primera línea, pero subrepresentada en la financiación
Aquí es donde el estudio revela su hallazgo más crítico. Aproximadamente el 90% de todos los casos de sepsis son adquiridos en la comunidad, lo que significa que los pacientes desarrollan la condición fuera del hospital.
Como resultado, los médicos de emergencias son, con diferencia, los clínicos que más diagnostican y tratan la sepsis en sus fases iniciales.
A pesar de esta posición en la primera línea de batalla, se encontró que están significativamente subrepresentados en la financiación de la investigación.
Entre todas las subvenciones del NIH otorgadas a médicos con formación en residencia, solo el 5% se destinó a investigadores de medicina de emergencia, mientras que el 28% fue para aquellos en cuidados críticos.
Una tendencia positiva y el papel de los premios de carrera
A pesar de la sub representación general, el estudio descubrió una tendencia esperanzadora. La proporción de todos los proyectos sobre sepsis financiados por el NIH que eran liderados por un investigador de medicina de emergencia aumentó de manera constante, pasando del 2.5% en 2019 al 6.5% en 2023.
Para entender mejor esta tendencia, se analizaron tipos específicos de subvenciones. Se encontró que los médicos de emergencias recibieron el 3.5% de las prestigiosas subvenciones R01 (grandes proyectos de investigación para investigadores establecidos) y el 8% de las subvenciones K08/K23 (premios para el desarrollo de carrera de investigadores más jóvenes).
La mayor proporción en los premios K sugiere que está surgiendo una nueva generación de investigadores en medicina de emergencia, lo que podría conducir a una mayor representación en el futuro.
La importancia de la perspectiva clínica en la investigación de la sepsis
El estudio argumenta que la sub representación de los médicos de emergencias en la investigación de la sepsis es una oportunidad perdida. Estos clínicos tienen una perspectiva única y valiosa.
A diferencia de los especialistas en cuidados críticos, que ven a los pacientes cuando la sepsis ya está en una fase avanzada, los médicos de emergencias se enfrentan a la enfermedad en sus momentos más tempranos y a menudo indiferenciados.
Su experiencia es fundamental para desarrollar mejores herramientas de diagnóstico rápido, identificar qué pacientes tienen mayor riesgo de deterioro y probar nuevas intervenciones que puedan aplicarse en el caótico entorno de una sala de emergencias.
Limitaciones y el camino a seguir
Los autores reconocen algunas limitaciones en su estudio, como la posible exclusión de proyectos que investigan la sepsis de manera indirecta y la dependencia de datos disponibles públicamente, que pueden no capturar completamente los antecedentes de todos los investigadores.
A pesar de ello, las conclusiones son claras. Existe una necesidad crítica de fomentar y apoyar de manera sostenida a los investigadores de medicina de emergencia.
Es una estrategia fundamental para asegurar que la investigación sobre sepsis esté firmemente anclada en la realidad clínica de la primera línea, donde se puede lograr el mayor impacto.
Conclusión
Aunque la financiación para la investigación de la sepsis está en aumento, este estudio revela una brecha crítica: los médicos de emergencias, que atienden a la mayoría de los pacientes, están significativamente subrepresentados.
A pesar de una tendencia positiva en su participación, se necesita un apoyo sostenido para garantizar que su perspectiva clínica única, desde la primera línea de la batalla contra la sepsis, informe y dirija los avances científicos. Cerrar esta brecha es crucial para mejorar los resultados de esta condición mortal.
Referencias
Autor
El equipo de redactores de Sapue realizo esta historia, utilizando herramientas editoriales, de traducción e inteligencia artificial. El proceso de redacción contó con incidencia humana en cada etapa.