¿Qué sabemos sobre el tema?
La carrera de resistencia, continua, o de fondo, es una práctica de running que se caracteriza por correr largas distancias de manera continua, a un ritmo constante. La maratón, con una distancia para recorrer a pie de 42.195 kilómetros, es una de ellas.
Estas son cada vez más populares. La demostración de que el ejercicio físico mejora la calidad y la esperanza de vida, reforzó esta práctica.
La muerte en el deporte de alta competencia siempre genera gran conmoción en la opinión pública, y ocupa las primeras planas de los medios de comunicación.
Se dispone de escasos datos sobre eventos mortales, o que amenazan la vida, relacionados con esta práctica deportiva, en particular con respecto a su causa, y al tipo de prueba deportiva relacionada.
Las tasas de incidencia reportadas de estos eventos fatales o que amenazan la vida van desde 1 cada 200.000, hasta 1 por 7.500 participantes.
A su vez, estos son más frecuentes en corredores ocasionales (1 cada 7.500 a 18.000 participantes), en comparación con corredores de maratón (1 cada 50-200.000 participantes).
Se reportó que la cardiomiopatía o miocardiopatía hipertrófica, es la causa dominante en los individuos de 35 o menos años, mientras que la enfermedad arterial coronaria aterosclerótica lo es en las personas mayores de esa edad.
Sin embargo, la gran mayoría de las publicaciones se basan en informes de casos retrospectivos, sin detalles sobre las características de los pacientes, presentación clínica y resultados.
RACE París: los franceses buscan las respuestas
Para echar luz en la materia, un grupo de investigadores franceses evaluó una gran cohorte de corredores bien entrenados. Evaluaron la incidencia y la etiología de los eventos mortales, o de alto riesgo que amenazan la vida, en carreras de larga distancia.
Usaron el registro prospectivo «des Accidents Cardiaques lors des Courses d’Endurance» (Registro RACE de París), que incluye datos desde octubre del 2006, hasta septiembre del 2012.
Analizaron las características de los eventos fatales o casi fatales, entrevistando a los sobrevivientes y revisando los registros médicos. Incluyeron datos post-mortem de cada caso.
Los resultados: ¿Qué encontraron en este estudio?
Identificaron 17 eventos que amenazan la vida, entre 511.880 corredores, de los cuales 2 fueron fatales.
La gran mayoría fueron eventos cardiovasculares (13/17) que ocurrieron en corredores masculinos experimentados, con una edad promedio de 43 años (+/- 10 años), sin factores de riesgo cardiovascular, sin síntomas de aviso típicos previos a la carrera, y/o ergometría negativa cuando se realizó.
La isquemia miocárdica aguda fue la etiología predominante (8 de 13 casos), y condujo a la revascularización miocárdica inmediata durante la hospitalización.
Todos los casos, con ritmo desfibrilable inicial, sobrevivieron.
No hubo diferencia en la tasa de eventos entre las maratones (42 km) y las medias maratones (21 km), y los eventos fatales o casi fatales, se agruparon al final de la carrera, siempre en los últimos kilómetros (es decir, los últimos kilómetros de las pruebas, son cruciales).
Un metanálisis de todos los estudios disponibles, incluido el registro RACE Paris (n=6), demostró una baja prevalencia de eventos graves (0.75/100.000), y aquellas presentaciones que fueron con un ritmo no desfibrilable (OR, ods ratio o razón de probabilidades = 29.9), o de etiología no isquémica (OR = 6.4), se asociaron con la mayor letalidad o casos fallecidos.
Las conclusiones: ¿Qué nos deja este estudio?
Entre 511.880 corredores, hubo 17 eventos que amenazaron la vida, de los cuales 2, fueron fatales. La población, en promedio, tenía 43 años.
Los eventos que ponen en peligro la vida, o que son fatales durante las carreras de larga distancia, son raros, la mayoría de las veces impredecibles, y causados principalmente por una isquemia miocárdica aguda.
La presentación con ritmo no desfibrilable, y etiología no isquémica, son los principales determinantes de muerte en esta población.