Un ensayo clínico aleatorizado, publicado en Annals of Emergency Medicine, investiga si las pruebas de troponina de alta sensibilidad en el punto de atención aceleran el alta de pacientes con dolor torácico, con resultados inesperados para la eficiencia hospitalaria y la gestión de recursos.

El dolor torácico en urgencias: un desafío diagnóstico constante

El dolor torácico es una de las razones más comunes por las que las personas acuden a un departamento de emergencias (DE). Para los médicos, representa un desafío diagnóstico inmediato y de alta prioridad: deben determinar de manera rápida y segura si el dolor es causado por una condición benigna o si se trata de un síndrome coronario agudo (SCA), como un infarto de miocardio (ataque cardíaco), que pone en peligro la vida.

Este proceso de evaluación puede ser largo y consumir una gran cantidad de recursos, manteniendo a los pacientes en el DE durante horas y contribuyendo a la congestión hospitalaria. En los últimos años, se han desarrollado nuevas tecnologías con la promesa de acelerar este proceso.

La revolución de la troponina de alta sensibilidad

La piedra angular en el diagnóstico de un infarto es la medición de la troponina cardíaca en la sangre. La troponina es una proteína que se libera en el torrente sanguíneo cuando el músculo cardíaco sufre daños.

Las pruebas de troponina de alta sensibilidad (hs-cTn) han revolucionado la cardiología de emergencia, ya que pueden detectar niveles muy bajos de esta proteína mucho antes que las pruebas anteriores.

Esto ha permitido la creación de protocolos de diagnóstico acelerados, como el algoritmo de 0/1 hora recomendado por las guías europeas y americanas, en el que se toman muestras al llegar y una hora después para tomar una decisión clínica rápida.

La promesa del punto de atención: resultados en minutos, no en horas

Llevando la velocidad un paso más allá, han surgido las pruebas en el punto de atención (POC, por sus siglas en inglés). A diferencia de las pruebas de laboratorio central, que requieren que una muestra de sangre sea enviada, procesada y analizada, lo que puede llevar una hora o más, las pruebas POC utilizan dispositivos portátiles que pueden dar un resultado en minutos, directamente al lado del paciente.

La hipótesis lógica es que obtener este resultado crítico mucho más rápido debería conducir a decisiones clínicas más rápidas y, en última instancia, a una estancia más corta (LOS) del paciente en el departamento de emergencias.

El ensayo westcor: poniendo a prueba la eficiencia

Para verificar esta hipótesis en un entorno del mundo real, se llevó a cabo el ensayo clínico aleatorizado prospectivo conocido como «WESTCOR de punto de atención».

El estudio, de un solo centro, incluyó a 1,494 pacientes que se presentaron en el DE con síntomas sugestivos de un síndrome coronario agudo.

Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos. El grupo de control recibió el tratamiento estándar con mediciones de troponina de alta sensibilidad (hs-cTnT) analizadas en el laboratorio central, siguiendo el protocolo de 0/1 hora.

El grupo de intervención también siguió un protocolo de 0/1 hora, pero sus mediciones se realizaron con un dispositivo de punto de atención (hs-cTnI). El objetivo principal del estudio era medir si el grupo de intervención tenía una duración de la estancia en el DE significativamente más corta, estableciendo una diferencia mínima clínicamente importante de 15 minutos.

Un resultado inesperado: una reducción mínima en la estancia

Los resultados del estudio fueron sorprendentes y desafiaron las expectativas. Se encontró que la mediana de la duración de la estancia para el grupo que recibió la prueba rápida en el punto de atención fue de 174 minutos. Para el grupo de control, que utilizó el laboratorio central, la mediana fue de 180 minutos.

Esto representa una reducción de solo 6 minutos, una cifra que no alcanzó el umbral de 15 minutos que se había definido como clínicamente significativo.

En otras palabras, a pesar de que la prueba en el punto de atención proporcionaba resultados mucho más rápido, este ahorro de tiempo no se tradujo en una salida significativamente más temprana del paciente del departamento de emergencias.

La seguridad ante todo: los resultados clínicos a 30 días

Si bien la eficiencia es un objetivo importante, la seguridad del paciente es primordial. Por lo tanto, el estudio también evaluó los resultados clínicos a los 30 días, como la incidencia de infarto de miocardio agudo, la muerte o la necesidad de una revascularización aguda (un procedimiento para restaurar el flujo sanguíneo, como una angioplastia).

En este aspecto, los resultados fueron tranquilizadores. Se encontró que el 11.4% de los pacientes en el grupo de punto de atención y el 9.4% en el grupo de control experimentaron uno de estos eventos adversos. Esta diferencia no fue estadísticamente significativa, lo que demuestra que el protocolo de diagnóstico rápido con pruebas en el punto de atención es tan seguro como el método estándar con el laboratorio central.

¿Por qué la velocidad no se tradujo en eficiencia? buscando los cuellos de botella

El hallazgo central del estudio plantea una pregunta crítica: si la prueba de troponina es mucho más rápida, ¿por qué los pacientes no se van antes del DE? Los autores sugieren que la respuesta probablemente radica en otros cuellos de botella dentro del complejo sistema hospitalario. El tiempo que se tarda en obtener un resultado de laboratorio es solo una pieza del rompecabezas.

Un paciente también puede experimentar retrasos mientras espera la interpretación de un electrocardiograma, una consulta con un cardiólogo, la disponibilidad de otras pruebas de imagen o, lo que es más común, la asignación de una cama de hospitalización si necesita ser admitido.

Este estudio sugiere que la optimización de un solo paso en un proceso de múltiples etapas puede no ser suficiente para mejorar la eficiencia general si los otros pasos permanecen sin cambios.

Limitaciones y lecciones para la implementación de nuevas tecnologías

Como toda investigación, este estudio tiene sus limitaciones, que los propios autores reconocen. Fue realizado en un solo centro médico, por lo que los resultados pueden no ser generalizables a todos los hospitales, que tienen diferentes flujos de trabajo y recursos.

Además, se reportaron algunos problemas técnicos con el ensayo en el punto de atención que llevaron a la exclusión de algunos pacientes. Sin embargo, la lección principal del estudio es de gran alcance: la implementación de una nueva tecnología, por muy rápida que sea, no es una «bala de plata».

Para que su potencial se realice plenamente, debe integrarse en un flujo de trabajo clínico optimizado que aborde todos los posibles cuellos de botella en el viaje del paciente.

Conclusión

El ensayo WESTCOR de punto de atención ha demostrado que, si bien las pruebas de troponina de alta sensibilidad en el punto de atención son seguras, su capacidad para reducir significativamente la duración de la estancia en urgencias es limitada.

Los resultados sugieren que la velocidad de una sola prueba no puede superar otros cuellos de botella sistémicos. Para que las innovaciones tecnológicas mejoren la eficiencia hospitalaria, deben ser implementadas como parte de una optimización integral de los flujos de trabajo clínico.

Referencias

Autor

El equipo de redactores de Sapue realizo esta historia, utilizando herramientas editoriales, de traducción e inteligencia artificial. El proceso de redacción contó con incidencia humana en cada etapa.