Un exhaustivo estudio retrospectivo, basado en el análisis de datos de 105,908 pacientes registrados en el TraumaRegister DGU® entre 2011 y 2020, ha revelado tendencias preocupantes en la administración de analgesia en la atención prehospitalaria de trauma.
Investigadores se enfocaron en identificar factores que influyen en el manejo del dolor, destacando la disparidad en el tratamiento según la presencia de un médico de emergencias, el tipo de transporte y la edad del paciente, a pesar de una mayor gravedad de las lesiones en aquellos que sí recibieron analgesia.
Radiografía de una Década, Tendencias en el Manejo del Dolor en la Atención Prehospitalaria de Trauma Grave
Un análisis retrospectivo de gran escala, que abarcó un período de diez años (2011-2020), ha proporcionado una visión detallada de las tendencias en la administración de analgesia a pacientes con trauma grave en el entorno prehospitalario. El estudio, basado en los datos de 105,908 pacientes incluidos en el TraumaRegister DGU®, se propuso como objetivo principal evaluar la evolución de las prácticas analgésicas e identificar los factores que ejercen una influencia significativa en el manejo del dolor durante la fase inicial de la atención traumatológica. Los hallazgos revelaron que, si bien una proporción considerable de pacientes (66%) recibió algún tipo de analgesia antes de su llegada al hospital, existen disparidades notables y una tendencia preocupante hacia la disminución en la frecuencia de su administración a lo largo del tiempo.
La población estudiada presentaba una edad media de 50 años, con una clara predominancia masculina (71%). Un dato relevante es que la gravedad de las lesiones, medida a través del Injury Severity Score (ISS), fue significativamente mayor en el grupo de pacientes que recibió analgesia (21.2 puntos) en comparación con aquellos que no la recibieron (16.5 puntos). Esta observación inicial sugiere que, en general, se tendió a administrar analgesia a los pacientes con lesiones más severas, lo cual es consistente con las expectativas clínicas.
El Impacto Crucial de la Presencia del Médico de Emergencias y el Tipo de Transporte
Uno de los hallazgos más destacados del estudio fue la influencia marcada de la presencia de un médico de emergencias en la probabilidad de que un paciente de trauma recibiera analgesia prehospitalaria.
El análisis estadístico reveló que la presencia de un médico de emergencias se asoció con un aumento de 5.55 veces en las probabilidades de administración de analgesia (Odds Ratio 5.55; p < 0.001). Esta cifra subraya el papel fundamental que desempeñan los médicos de emergencias en la implementación de estrategias para el alivio del dolor en el lugar del incidente y durante el traslado inicial.
De manera similar, el tipo de transporte utilizado para trasladar al paciente al hospital también demostró ser un factor influyente. Los pacientes que fueron transportados por servicios médicos de emergencia en helicóptero (HEMS) tuvieron 1.62 veces más probabilidades de recibir analgesia en comparación con aquellos transportados por vía terrestre (Odds Ratio 1.62; p < 0.001). Esta diferencia podría atribuirse a varios factores, incluyendo la presencia más frecuente de personal médico adicional y la capacidad de administrar una gama más amplia de intervenciones farmacológicas en el entorno del HEMS.
Disparidades por Edad y la Preocupante Tendencia a la Baja en la Administración de Analgesia
El estudio también puso de manifiesto ciertas disparidades en la administración de analgesia en función de la edad del paciente. Se observó que un porcentaje mayor de pacientes menores de 16 años (65%) recibió analgesia en comparación con aquellos mayores de 65 años (57%). Si bien la fisiopatología del dolor puede variar entre grupos de edad, esta diferencia plantea interrogantes sobre si los pacientes mayores están recibiendo un manejo del dolor subóptimo en el entorno prehospitalario.
Quizás uno de los hallazgos más preocupantes del análisis fue la identificación de una tendencia decreciente en la frecuencia de la administración de analgesia a lo largo del período estudiado (2011-2020). Esta disminución fue particularmente notable en los hospitales clasificados como de Nivel II y Nivel III dentro del sistema TraumaRegister DGU®. Esta tendencia a la baja, a pesar de la creciente conciencia sobre la importancia del manejo del dolor en el trauma, requiere una investigación más profunda para identificar sus causas subyacentes y desarrollar estrategias para revertirla.
Características de las Lesiones y la Administración de Analgesia en Pacientes con Compromiso de Conciencia
En cuanto a las características de las lesiones sufridas por los pacientes incluidos en el estudio, se encontró que la mayoría (51%) estaban relacionadas con accidentes de tráfico, y una abrumadora proporción (95%) sufrió un trauma contundente. Estos datos proporcionan un contexto importante sobre los tipos de lesiones que predominan en la población de trauma grave y que requieren una atención analgésica adecuada.
Un hallazgo significativo en relación con el estado neurológico de los pacientes fue que un alto porcentaje (81%) de aquellos con un puntaje en la Escala de Coma de Glasgow (GCS) de 8 o menos recibió analgesia prehospitalaria. Un GCS de 8 o menos indica un nivel de conciencia severamente comprometido, y la alta tasa de administración de analgesia en este grupo sugiere una conciencia por parte de los proveedores de la necesidad de manejar el dolor incluso en pacientes que no pueden comunicarlo verbalmente.
Variaciones en la Administración de Analgesia Según el Tipo de Proveedor de Atención
El estudio también examinó las diferencias en la administración de analgesia en función del tipo de proveedor de atención prehospitalaria. Los resultados indicaron que el 70% de los pacientes atendidos en presencia de un médico de emergencias recibió analgesia, en marcado contraste con solo el 20% de los pacientes atendidos sin la presencia de un médico de emergencias. Esta diferencia refuerza la importancia de la presencia de personal médico con formación especializada en el manejo del dolor en el entorno prehospitalario.
De manera similar, se observaron diferencias significativas en las tasas de administración de analgesia según el tipo de servicio de emergencia que realizó el transporte. El 60% de los pacientes transportados por servicios médicos de emergencia terrestres (EMS terrestre) recibió analgesia, mientras que esta cifra aumentó al 82% en los pacientes transportados por servicios médicos de emergencia en helicóptero (HEMS). Estas diferencias pueden reflejar las distintas capacidades de administración de fármacos y los protocolos implementados por cada tipo de servicio.
Conclusión:
Si bien una proporción significativa de pacientes recibe alivio del dolor, existen brechas importantes y una tendencia preocupante a la disminución en su administración.
La presencia de un médico de emergencias y el transporte en HEMS se identificaron como factores clave asociados con una mayor probabilidad de recibir analgesia. A pesar de una mayor gravedad de las lesiones en el grupo que recibió tratamiento para el dolor, las disparidades basadas en la edad y el tipo de proveedor de atención, junto con la tendencia decreciente general, sugieren la necesidad urgente de mejorar la capacitación, la documentación y la adherencia a las pautas de analgesia en el entorno prehospitalario.
Se enfatiza la importancia de la estandarización de protocolos y la optimización de la recopilación de datos para garantizar un manejo del dolor óptimo y equitativo para todos los pacientes con trauma grave.
Referencias
Autor
El equipo de redactores de Sapue realizo esta historia, utilizando herramientas editoriales, de traducción e inteligencia artificial. El proceso de redacción contó con incidencia humana en cada etapa.